Tristemente
mi solicitud de supresión del sorteo de Pumses del campeonato de Madrid y la
realización de uno nuevo de carácter público, no ha sido atendida por el
Presidente. A día de hoy, ni siquiera he recibido contestación a mi escrito.
Esto
no hace más que reforzar dos ideas que flotan en el ambiente de la técnica en
la Comunidad de Madrid: por un lado la falta de transparencia con la que se
hacen las cosas dentro de la federación, permitiendo que un campeonato oficial
pueda ser manipulado en función de determinados intereses; y por otro, la falta
de interés y de respeto por esta modalidad, más allá de cubrir el expediente
para que los que nos interesamos por esta parte del taekwondo estemos más o
menos contentos y con la boquita cerrada.
Esto
es lo que refleja esta dejadez, porque quiero pensar que es dejadez y no connivencia
con aquellos que, por no cumplir con las obligaciones de sus cargos, son
susceptibles de ser considerados potenciales manipuladores. Ya sea dejadez o
connivencia, llama la atención que formen parte del método de trabajo de la
federación cuando en varias ocasiones he oído abogar a nuestro presidente por
el respeto a los valores tradicionales del taekwondo; a saber: honradez,
honestidad, perseverancia, respeto,…y espíritu indómito. Sobre todo espíritu
indómito, que consiste en algo así como en denunciar y en luchar contra las
injusticias haya donde sepamos que se producen.
Los argumentos esgrimidos por parte
del presidente cuando el martes pasado contacté con él para interesarme por la
situación del sorteo, tienen tan poca consistencia que insultan a la
inteligencia. Al preguntar que como se consentía que el resultado del “sorteo”
fuese aportado directamente por el director técnico sin hacerlo públicamente,
la respuesta no fue otra que si prefería tener el sorteo con cuatro días de
antelación o saberlo solo con dos. Evidentemente mi respuesta fue que prefería
tenerlo con cuatro días, pero que este sorteo fuese realizado públicamente como
marca la legalidad.
El siguiente de los insultantes
argumentos consistió en justificarse con el hecho de que en los campeonatos de
España ocurre exactamente lo mismo, que cuando los delegados preguntan por
cuando y donde será el sorteo, el director técnico nacional ya viene con él
hecho. Esta vez lo tenía también fácil para rebatir su argumentación: si cuando
llegas a un campeonato de España y detectas que algo no se realiza bajo las
normas del reglamento y, además, resulta que dicho acto puede perjudicar a los
deportistas de tu territorial, lo primero que debes hacer es protestar y, si no
te hacen caso presentar una reclamación. Ya es triste que si esto ocurre así,
los delegados de las distintas territoriales no hayan presentado ninguna queja
y se lleven permitiendo este tipo de comportamientos desde hace años. Por otro
lado esto no es más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos, que ha
permitido y permite, cuando las cosas le van bien, que aquellos que detentan el
poder manipulen el estado de las cosas en su favor. Afortunadamente parece que
esto está cambiando.
Y el más débil y por ende, más
insultante de los argumentos, fue decir que se convocan los sorteos pero
después o aparecen dos personas o no aparece nadie. Bueno, eso será ya problema
de aquellos que no quieran o no puedan asistir al sorteo, pero lo reglamentario
es convocarlo y si lo tiene que hacer el director técnico él solo en las
oficinas de la federación con ayuda de la secretaria porque no aparece nadie,
pues tendrá que hacerlo, que para eso tiene un cargo.
Lo que está claro es que no sabemos,
cómo se hizo, donde y cuando, lo que puede levantar cualquier tipo de
suspicacias. Suspicacias que desaparecerían con el sencillo acto de cumplir con
el reglamento, al que se apela enseguida en otro tipo de situaciones.
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