“Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo; cien combates sostenidos
serán cien victorias” (Sun Tse, estratega chino). “Si ignoras a tu adversario y te conoces a ti mismo, las
probabilidades de perder y de ganar son iguales. Si ignoras a la vez a tu adversario
y a ti mismo, tus combates no serán más que derrotas”.
En
la práctica de las artes marciales, tres factores son importantes para tener en
cuenta: espíritu, técnica y cuerpo. Si técnica fuerte y cuerpo fuerte luchan, será la técnica la que
vencerá. Si espíritu fuerte combate con una técnica fuerte, es el espíritu el
que vencerá.
La acción a realizar, ya sea de
ataque o de defensa, debe hacerse inconscientemente, automáticamente,
naturalmente. El pensamiento no puede intervenir, es la conciencia permanente
quien selecciona un golpe o una defensa y técnica y cuerpo la acompañan.
En las artes marciales, la acción debe llevarse a cabo siempre durante la
expiración y, si es posible, durante la
inspiración del adversario, momento en el que es más vulnerable.
“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi
y lo aprendí; lo hice y lo entendí”.
Confucio (552 – 479 a.c.)
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